domingo, 3 de mayo de 2015

Datos del blogger


Shakira Liz Estades Pérez

Nació el 11 de diciembre de 1996 en la ciudad de Ponce, Puerto Rico. Se crió en un núcleo de unidad familiar y valores junto a sus padres; Orlando Estades Garriga y Ascención Pérez Cordero; su hermana, Melanie Estades Pérez, y sus bisabuelos maternos. Cursó sus años primarios en la Escuela Segunda Unidad del Bo. Macaná, donde se crió y ha vivido toda su vida. Sus grados secundarios han sido cursados en la Escuela Superior del Siglo XXI Asunción Rodríguez de Sala, en el Bo. Quebradas. Ambos planteles se encuentran en el pueblo de Guayanilla.

Con el pasar de los años Shakira se ha destacado participando en actividades escolares tales como: declamación, deletreo, competencias de matemáticas, maestra de ceremonia, participación en la feria científica, actividades atléticas, bellas artes (música y teatro), grupo de orientación, grupo de prevención al maltrato y servicios comunitarios. A su vez, ha experimentado el ámbito profesional perteneciendo a comités escolares y directivas.

Entre las metas a cumplir de Shakira Liz se encuentra su grado de bachillerato en Ciencias de Ingeniería Industrial en la Universidad de Puerto Rico - Recinto Universitario de Mayagüez. Pertenecer a grupos de apoyo a la sociedad en los cuales pueda brindar ayuda a personas con escasos recursos y ayudar a niños sin familia.

Por eso escribo de los hombres

Escribir un poema se parece a raspar
la piel del cuerpo de la vida;
se parece a escarbar entre sus órganos,
sus venas y tripas,
a hundir la pala hondo, bien hondo,
como si dentro, muy dentro de sus huesos,
estuviera el secreto.
Escribir un poema es siempre una pregunta
que busca una respuesta.
Por eso busco de los hombres, busco
llegar a los cimientos que sostienen
la manera en que piensan,
aquella forma peculiar que tienen
de organizar las cosas.
Busco horadar fachadas,
ir detrás de las máscaras y otros escudos.
Detrás de sus bravatas grandilocuentes
he observado que los hombres sufren mucho
cuando son incapaces de ser héroes,
cuando no son valientes supermachos superjodones
que de un puño derriban a quien les lleva la contraria.
Sienten tanto terror a no ser machos
que no logran quitarse esa máscara
y ver su propio rostro.
Sus gestos, sus palabras
son fachadas, corazas
a menudo delgadísimas.
Se ve a través de ellas cual si fueran
velos de gasa.
Las más de las veces se trata de hombres delicados
que huyen del dolor.
A menudo son hombres incapaces de amar
porque temen ser débiles;
o porque son muy débiles.
Y sufren.
Al escribir el poema
tanteo con los dedos en sus vísceras
y palpo la dureza de sus huesos.
En sus cabezas el guerrero se monta en un caballo
y con lanza en ristre
se precipita sobre sus enemigos.
Pero sufren, y para defenderse ríen a carcajadas
y su risa degrada
al prójimo, al gobierno, a las mujeres.
Se sienten tan poca cosa en el fondo que tienen que degradarlo todo
para sentir que valen algo.
Ellos sufren, insisto.
Detrás de aquellas burlas compensatorias
hay una soledad sin horizontes.
El poema llega hasta aquí.
No dispongo de pico ni taladro.
Además,
adentro de los huesos no me atrevo a entrar.
Es muy oscuro.
Los gemidos del viento perforan los barrancos.
Se parece al infierno
y Virgilio no está para guiarme.

Desde el interior de Olga

La notoriedad, el ser considerada una de las escritoras más sobresalientes de Puerto Rico, 

¿qué te dicen estos conceptos?

Alcancé cierta notoriedad en 1994 porque la primera novela mía La segunda hija fue asignada en una escuela pública, y hubo una gran controversia debido a que muchos padres de familia se quejaron argumentando que la novela no era apropiada para estudiantes de intermedia. Estos padres se quejaron con el Secretario de Instrucción y el día en que acudí a dicha escuela el Secretario de Instrucción mando a la policía para que me sacaran del recinto. Esto que te cuento fue inmediatamente escrito por la prensa de Puerto Rico. Amenazaron al maestro con expulsarlo, en fin y esto y mi novela como consecuencia se convirtió en un ussue político. El maestro se defendió ante la corte, conservó su empleo, y yo inmediatamente adquirí una notoriedad que en principio fue la causa de que me convirtiera en una persona visible para los periodistas. Más tarde he publicado varias obras que han sido por lo tanto objeto de atención por parte de la prensa.

Después de leer El manuscrito de Miramar pude notar una gran carga erótica, un sensual atrevimiento en sus páginas, ¿tu novela La segunda hija pisa también esos terrenos?
En La segunda hija hay solamente una conversación de dos mujeres, más no tanto desarrollo de la sexualidad femenina como en El manuscrito de Miramar. Esta conversación fue la que no gustó a alguna gente, pero a la juventud le encanta.

¿Cuál es el tema de tu segunda novela El castillo de la memoria?

Es una novela de recreación histórica, que se refiere a estructuras de poder. Me interesa mucho la historia, sobre todo la de Puerto Rico.

¿Qué te provocó a abordar el mundo íntimo femenino en El manuscrito de Miramar?

En esta novela yo quise hablar de las relaciones sobre una madre y una hija. Me interesa esa relación, me parece una de las cosas más difíciles en nuestro tiempo, debido a que el mundo ha cambiado, las modas, la forma de ser de ver las cosas, la función de las mujeres ha cambiado. Al incorporarse al mundo, la mujer ha adquirido una independencia económica que no tenía y por lo tanto se atreve más a hablar.

¿Se atreven más a sentir?

Es posible, eso no se me había ocurrido pero supongo que sí. Pienso que siempre ha habido mujeres que se han atrevido a sentir, aunque no se hayan atrevido a hablar sobre ello. Ha habido algunas que no se atreven a sentir y otras que si se atreven. Hay gente más valiente y gente menos valiente en cualquier aspecto de la vida. Creo que la cultura tradicional ha intentado impedir que la mujer se atreva a sentir, porque al sentir, eso le da poder.

¿En qué sentido, escribir para ti, es atreverte a sentir?

Es una forma de conocimiento y de descrubrir el mundo. Lo siento como un deber, una necesidad al atreverme a hablar de lo que las mujeres sienten, aunque esto no resulta fácil. Escribir es también una forma de explorarme a mí misma y de comunicarle a las demás mujeres la forma como nosotras sentimos. Tiene que ver con conversaciones secretas que he tenido con otras mujeres, tiene que ver con vidas secretas que he podido observar. De mujeres que no se atreven a hablar sobre ello, pero sí a vivirlo. Porque apalabrar la experiencia es fuerte. No es lo mismo vivir algo, que luego ponerlo en palabras que adquieren más presencia, más fuerza. Ponerle palabras a la experiencia sexual femenina es parte de lo que yo tengo que hacer como escritora.

Has expresado tu desacuerdo respecto a que El manuscrito de Miramar sea considerada una obra feminista. ¿Estarías de acuerdo con que es una muestra de la prosa contemporánea femenina?

El manuscrito... no es, feminista en tanto no se trata de una novela contra los hombres, porque no me interesa ese tipo de feminismo. Yo quiero mucho a los hombres. De hecho te diré algo: una de las cosas que más me interesa explorar es lo mucho que los hombres sufren el machismo, parece ser un privilegio, lo es sin duda, pero a la misma vez es una exigencia que no les permite muchas cosas, entre otras, mostrar sus sentimientos. Ellos siempre tienen que estar mostrando lo potentes que son y eso es fuerte. Los hombres tienen sus necesidades afectivas como nosotras, sólo que la cultura no les permite exteriorizarlas.

¿Cuáles han sido tus intereses temáticos?

La historia de Puerto Rico, porque es parte de la lucha por no perder nuestra identidad cultural frente a los Estados Unidos. Las relaciones madre- hija, la sexualidad femenina y las emociones masculinas. Yo pienso que la sexualidad masculina es distinta a la femenina.

¿En que sentido?

Eso puede tener que ver con la cultura. Para ellos la sexualidad es una forma de posesión y es un acto de poder, y para la mujer es una forma de comunicación.

¿La infidelidad femenina por qué es tan complicada? Por lo menos lo es tu obra...

La infidelidad masculina es más sencilla porque es parte de su tradición, porque ellos hasta se sienten obligados por la cultura a ser infieles para sentirse más hombres.

¿Y la mujer?
Cuando ella dice ser infiel es por una rebeldía, por un deseo de conocerse a sí misma y de aceptar sus debilidades: creo que a veces los hombres y las mujeres no se entienden debido a esto, su sexualidad es diferente.

Los personajes de El manuscrito de Miramar viven situaciones límite, las mujeres de esas páginas son intensas, lo mismo que los hombres. ¿Por qué así?

Yo quise escribir una novela intensa, el tono desde el comienzo es rápido, veloz, quise quela novela tuviera esa característica. Las relaciones ilícitas son también veloces.

¿En tu novela, el hombre del cual María Isabel se enamora y con el que tiene la relación ilícita es bastante mayor que ella. ¿Por qué?

El profesor de cual se enamora es una figura paternal. Ambos hombres y mujeres tenemos esa inclinación incestuosa. A los hombres mayores les encantan las niñas chiquitas...las Lolitas.

¿Cómo se dio en ti el paso de la poesía a la novela?

En principio estuve escribiendo poesía y luego transcurrieron doce años sin escribir porque me divorcié. Estuve dieciséis años casada. Fue una decisión que tenía que tomar, porque había vivido siempre muy protegida, primero por mi padre y luego por mi marido. Esta protección me impedía conocer el mundo, me impedía enterarme de qué se trataba la vida, y como tenía vocación literaria necesitaba saber esto.

¿Escribías de la misma manera que hoy día? Me refiero a los años anteriores a tu separación.

El primer libro queyo escribí no sirve para nada, es algo más bien surrealista, tal vez porque estaba indagando en el inconsciente. Luego tengo una segunda etapa más pasable. Mas adelante en 1989 es cuando realmente empiezo a escribir como escritora profesional y consciente de lo que estoy haciendo.

¿Cuál es tu opinión de la literatura que se está escribiendo en Puerto Rico?

Yo formo parte de un movimiento literario femenino en mi país –y no debo decirlo porque me matan-, pero pienso que las escritoras actualmente tenemos más desarrollos y más voz. Somos más audaces. Hay muchas más escritoras que escritores, actualmente. Nosotros nos rebelamos contra una literatura excesivamente política –no que la nuestra no lo sea, sí lo es-, pero había como un teatro en el que si tú no gritabas "¡Viva Puerto Rico Libre!", no te aplaudían. Lugares comúnes que ya nosotras sentimos que había que cambiar. Fue una literatura que cumplió su función, que fue importante en aras de no perder nuestra identidad, pero quizás nos sentíamos más fuertes y podíamos abordar temas que no fueran necesariamente políticos. El hecho de que yo escriba sobre las relaciones madre e hija y sobre la intensidad de las mujeres, no quiere decir que no hable sobre Puerto Rico y su problemática económica, cultural. No me parece posible dividir una cosa de la otra. Es decir nuestra vida personal y la de los personajes que habitan mis novelas se dan en un contexto histórico, cultural y económico. El manuscrito de Miramar esta escrito desde el Puerto Rico que se vive hoy día, en el presente, con su complejidad.

La isla y el mundo...

No pienso que vivir en esa pequeña isla de Puerto Rico, me limite en términos de mi perspectiva mundial, para nada. Fíjate que en el sigloXIX, para tú enterarte de algo tenías que irte a París o Nueva York. Si no estabas en una urbe o en una metrópoli, necesariamente te condenabas al anacronismo. Es el caso de Diego Rivera o Cortázar, que vivieron en París, ahora las cosas ya no son así. Yo estudié cuatro años en Nueva York y fue muy beneficioso para mí en términos de una exigencia. Cuando estudiaba en Puerto Rico, cualquier cosa que yo hiciera estaba bien, no tenía que esforzarme mayormente. En tanto que en Nueva York tuve que ser más certera. Esto tiene la cultura norteamericana, que yo no rechazo: lo certero, lo veloz, lo preciso, lo conciso.

Olga Nolla tiene sobre el escritorio una serie de libros de poemas de su autoría. ¿Cómo es tu poesía?

Es directa y alegre. Canalizo mi principal rebeldía es atreverme a disfrutar mi cuerpo y eso lo expreso principalmente a través de una poesía directa y de mucho humor. Hay alegría y humor. Acuérdate que la poesía femenina ha sido siempre muy triste y muy lamentosa, y yo empecé a escribir para escribir poesía alegre. Luego he escrito novela porque he querido explorar otros temas y expresar otras cosas que ya la poesía no me sirve como género para hacer.

La mujer frente al sentido de la realidad.

A las mujeres nos llenan de musarañas la cabeza y nos llenamos de ilusiones que nada tienen que ver con la vida. Es falsa la ilusión del amor romántico, tal como se nos transmite; y cuando la vida no está a la altura de eso, la mujer se decepciona muchísimo. Probablemente tendrá que aprender por sí sola que el amor tiene otras formas, que nada tienen que ver con el amor romántico que nos inculcan las telenovelas, las películas. Tantos mitos totalmente falsos.

¿Podrás haber escrito El Manuscrito de Miramar tiempo atrás?

Definitivamente no. Esta novela se empezó a gestar hace quince o veinte años. Se estuvo madurando todo ese tiempo. Después de escribir El castillo de la memoria decidí que ya era tiempo comenzar con El manuscrito... y encontré la manera de hacerlo. Cuando voy a trabajar una novela necesito encontrar primero la perspectiva desde la cual voy a narrar. De hecho yo conozco esa historia desde los años 70 y era uan especie de deuda que tenía conmigo. Una deuda por recuperar, la historia de mi país, por conocer el contexto en el cual vivía y trabajaba. El Puerto Rico que tiene una historia que no nos enseñan en las aulas y que tuve que ir recuperando a la brava.
Se trata de no decirnos quiénes somos para dominarnos. Hay muchas voces escaladas, y muchas opiniones diversas, hay gente que piensa que Puerto Rico será otro Quebec, otro centro de discordia y de separatismo, como de hecho no dudo que lo fuera y más hoy en día cuando hay grupos hispanos tan poderosos en los Estados Unidos.

¿Cuál es tu opinión?

Si bien me gustaría que mi país fuera independiente, no me entusiasma que todos los pobres que reciben ayudas federales, las perdieran y pasaran a la pobreza, eso no me gustaría, es más, no vale la pena.

¿Podrías decirnos quién es Olga Nolla?

Aún no lo sé. Estoy trabajando en eso. Quizás escribo para descubrirlo.

Por último, ¿podría decirse que a las mujeres del Manuscrito de Miramar les gusta el sexo?

Les gusta, sí, muchísimo, y por eso fue difícil escribirla, porque trata sobre cosas que normalmente no se dicen. A las mujeres no nos enseñan que la sexualidad es positiva en nosotras. No nos jactamos de eso.

http://www.suagm.edu/umet/olga_nolla/pages/fechas/prot_3.html

Olga Nolla



Dicen que hay hombres y mujeres
que pueden establecer diferencias y hacer deslindes,
adjudicar espacios distintos a emociones distintas.
Yo jamás pude ni podré.
El Manuscrito de Miramar.


Poeta, escritora, profesora y periodista, que formó parte de la generación literaria de la década del sesenta. Perteneció al grupo de escritoras que, a raíz del movimiento de liberación femenina, redefinieron la mujer y su espacio social e íntimo. Aborda, de forma directa y mediante el uso de un lenguaje cotidiano, temas tan variados como los males sociales, la decadencia de la burguesía, el consumerismo y la experiencia amorosa y sensual, entre otros.

Olga Nolla Ramírez de Arellano nació el 18 de septiembre de 1938 en Río Piedras. Realizó sus estudios de escuela secundaria en Mayagüez y continuó su preparación académica universitaria en el Manhattanville College de Nueva York, donde completó en 1960 un bachillerato en Ciencias Naturales con especialidad en Ciencias Biológicas. No obstante, debido a su amor por la literatura y apoyada por su prima, la también escritora Rosario Ferré, en 1987 emprendió una maestría en Estudios Hispánicos en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

En 1972, junto con Rosario Ferré, iniciaron la publicación de la revista literaria Zona de Carga y Descarga, la cual estuvo en circulación hasta 1975. En ésta, colaboró como poeta, autora de prosa narrativa y crítica literaria. Publicó su primer poemario, De lo familiar (1973), en el cual denuncia el caos social y espiritual que prevalece en la sociedad y el individuo puertorriqueño. Le siguen: El sombrero de plata (1974) y El ojo de la tormenta (1975), que presentan un repudio a los valores que representan la clase burguesa del País; en Clave de sol (1977), la poeta se centra en un yo intimista, exaltando la expresión del sentimiento y del goce sensual.

La autora, también, escribía para varios periódicos isleños: Claridad, El Mundo y El Nuevo Día. Publicó en diversas revistas como: Mairena, Sin nombre, Caribán y la revista Cupey de la Universidad Metropolitana de Cupey (UMET), la cual dirigió de 1987 a 1997. En esta universidad se desempeñó como guionista del Centro de Estudios Televisados — conocido en la actualidad como Servicios de Educación a Distancia — y como profesora de Español y Humanidades. Además se desempeñó como editora de la revista Palabra de mujer, órgano representativo de la Federación de Mujeres Puertorriqueñas a la que perteneció de 1976 a 1977.

Nolla incursionó en el género del cuento con el relato “Besitos de coco”, el cual publicó primeramente en Zona de Carga y Descarga en 1973 y “En esta casa no puede haber polvo” recogido en el número antológico de la revista Sin nombre, dedicado al cuento puertorriqueño en 1975. Ambos cuentos plantean la decadencia de la burguesía isleña. El segundo relato explora, además, el tema feminista. El cuento “La princesa y el juglar” figuró en su poemario Clave de Sol que, aunque escrito al estilo de la literatura infantil, presenta alegóricamente la condición de la mujer en el Puerto Rico de la década de 1970. En 1989, publicó su único libro de cuentos titulado Porque nos queremos tanto

Retomó el género poético con la publicación, también en 1989, de Dafne en el mes de marzo. Le siguieron los poemarios: Dulce hombre prohibido(1994), El caballero del yip colorado (2000) y únicamente mío (2000), ganador del Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2000. 

En 1992, incursionó en la novela con la publicación de La segunda hija, que recibió el primer premio de la categoría de novela del Pen Club de Puerto Rico en 1994. Esta novela fue objeto de controversia dentro del Departamento de Instrucción Pública de Puerto Rico por su abierto manejo de la sexualidad entre adolescentes. Luego publicó las novelas El castillo de la memoria (1996), y El manuscrito de Miramar (1998). 

Olga Nolla falleció en Nueva York el 30 de julio de 2001. Póstumamente, se publicó su novela Rosas de Papel (2002). 


http://www.enciclopediapr.org/esp/article.cfm?ref=09121001

Un viaje hasta Olga Nolla

¡Bienvenidos!

Bienvenidos lectores. Dirijo este blog a la poeta y escritora feminista Olga Nolla. Espero que sea de su agrado y en el mismo aprendan sobre esta gran mujer.

Entre los objetivos que deseo alcanzar con dicho trabajo están:

  • cumplir con uno de los requisitos de mi curso de Español Avanzado para duodécimo grado
  • dar a conocer mejor la historia, obra y presencia de esta gran mujer puertorriqueña como parte de nuestra cultura
  • adquirir la experiencia de la creación de blog para ocasiones futuras
Sin más que decir, les dejo con mi trabajo.

Gracias anticipadas por visitar mi blog.
Desde Puerto Rico - Sur mi más calurosa bienvenida.